Recorriendo Xátiva

A menos de una hora de Valencia en coche, encontramos una ciudad que ha sido grande a lo largo de los siglos, donde varias culturas han dejado su huella a lo largo de más de 2000 años. Paseando por sus calles notamos esa grandeza de ciudad que no se encuentra en muchas localidades: las avenidas, los comercios, el tráfico… Y es que Xàtiva es el centro de la vida de casi 60000 personas que dependen de la ciudad de una forma o de otra.

Para llegar hasta aquí tenemos varias opciones. En coche se encuentra a unos 62 kms de Valencia, 135 a Castellón y 99 hasta Alicante y desde todas ellas podemos llegar por autovía, puesto que se encuentra por la A-7, variante del interior.

El tren también es buena opción para la visita, ya que ofrece entre seis y ocho salidas diarias desde Valencia y tarda sobre 45 minutos. Desde Alicante nos encontramos con cuatro salidas, con un trayecto de 1 hora y 20 minutos aproximadamente.

El autobús es un medio más irregular y aunque hay varias compañías que operan, los horarios no son demasiado buenos y menos aún el fin de semana. Tampoco hay servicio directo, sino que realizan muchas paradas en el camino.

Una vez llegamos a Xàtiva, los edificios se extienden en vertical a lo largo de toda la montaña. La parte inferior es la zona más moderna, con los edificios más altos. Más arriba encontramos el casco antiguo, con calles estrechas que serpentean conduciéndonos siempre hacia arriba. En el último tramo los edificios desaparecen para dar paso a un camino bordeado de árboles, donde nos encontramos con caminantes, corredores y ciclistas. Y en lo más alto, al final de ese camino, está el amo y señor del paisaje de esta ciudad: el castillo de Xàtiva.

La oficina de turismo de Xàtiva se encuentra en la Avenida de Selga núm.2, bastante cerca de la entrada del pueblo. Allí podrán ayudarnos en nuestra visita. Justo de aquí parte un trenecito que nos lleva por el pueblo hasta el castillo. Cuando nosotros realizamos nuestra visita no estaba en funcionamiento por la crisis del coronavirus, pero hasta aquel momento realizaba una vuelta de media hora de duración por el casco antiguo, siendo gratuito para los niños y costando 4,20€ a los adultos.

Una herramienta muy útil en nuestra visita por Xàtiva es una app que ha dispuesto el Ayuntamiento llamada Xàtiva Turismo, en la que podremos disponer de mapas, rutas, descripción de los monumentos y museos, alojamientos y restaurantes e incluso audioguías explicativas del castillo. Todo esto de forma gratuita, así que vale mucho la pena conseguirla.

La calles del casco antiguo de Xàtiva estan repletas de edificios medievales muy destacables. El convento de San Francisco alberga un panteón de familias muy ilustres, como los Borja. A muy poquita distancia, encontramos la plaza del Mercado con sus arcos. Y siguiendo esa calle, tenemos un edificio que nos llamó mucho la atención: la casa Artigues. Su fachada, además de una gran puerta roja super llamativa, cuenta con un retablo rococó muy interesante. El cartel de Botica Central nos sugiere que el edificio fue propiedad de una célebre familia de farmacéuticos.

Caminando unos pocos metros más, nos encontramos con la plaza Calixto III, donde se levanta la iglesia más monumental de la ciudad, la Colegiata, conocida como la Seu. También merece la pena ver su parte trasera con su preciosa escalinata, de época barroca. Su campanario tiene 60 metros de alto y es visible desde muchos puntos de la ciudad.

Al otro lado de la plaza tenemos un edificio muy pintoresco, el Antiguo Hospital de Pobres, que data del siglo XIII, pero que al sufrir transformaciones a lo largo del tiempo ha resultado una mezcla preciosa de gótico y renacimiento. Una verdadera joya de la arquitectura medieval que no podéis perderos si visitáis Xàtiva.

Si seguimos a la izquierda del Hospital nos chocaremos casi de frente con lo que queda del Convento de Santo Domingo, contemporáneo del anterior edificio, aunque de un estilo mucho más sencillo.

Un poco más arriba, en dirección hacia el camino del Castillo, se halla el Museo de Bellas Artes que nosotros no visitamos por cuestión de horario, pero del que habríamos disfrutado viendo obras de Ribera y de Goya y sobre todo, el cuadro que más ha dado hablar del museo, el retrato de Felipe V que se conserva colgado boca abajo a modo de venganza. Este monarca fue muy cruel con los que apoyaron al Archiduque Carlos de Austria en la Guerra de Sucesión, mandó incluso quemar la ciudad y eliminó los fueros que suponían muchos derechos para el pueblo. El precio de la entrada al museo es 2,40€ para adultos y gratuita para menores de 10 años.

Cuando paseamos por el pueblo, nos encontraremos muchas fuentes históricas. Existe incluso una ruta señalizada como Ruta del Agua. En la app podéis encontrar la ubicación de las fuentes, que son muy diferentes entre si.

Después de recorrer las calles, los caminos ascienden y nos dirigen al gran protagonista de esta ciudad: el castillo. La subida ya nos depara sorpresas; a lo largo del camino tenemos un precioso bosque con una microrreserva de flora con varias especies endémicas. Si te apetece subir andando desde el pueblo, probablemente no serás el único, ya que es un sendero señalizado para caminantes. Por los alrededores podrás descubrir restos de las antiguas murallas que han rodeado Xàtiva a lo largo de las distintas épocas històricas, ya que esta zona ha estado habitada desde la cultura ibèra, pasando después la romana, la cristiana y la musulmana hasta que Jaime I logró la reconquista de la ciudad.

Y finalmente, llegamos al castillo, construido a lo largo de diferentes épocas. La entrada puedes comprarla por internet o en la taquilla que encontraréis tras pasar la primera puerta de la muralla: la Porta Ferrisa. Esta entrada ya nos muestra la grandeza de este lugar. El precio es muy asequible, solo cuesta 2,40 € en el caso de los adultos, mientras que los niños hasta los 10 años no pagan. Y la audioguía se encuentra en la aplicación móvil de Xàtiva Turisme.

El castillo se divide muy claramente en dos partes: el Castell Menor, que és la parte más antigua, de origen íbero y romano, y el Castell Major, que fue la ampliación del castillo a partir de la época islámica y cristiana. Os recomendamos contemplar las vistas desde una parte hacia la otra, que son muy bonitas, y hacia la ciudad de Xàtiva y los pueblos colindantes, que es simplemente espectacular.

Los puntos que más nos gustaron fueron la zona donde están los cañones, la Plaza de Armas, las fuentes con forma de estrella y el balcón de Hílmice, desde el que se hace la foto más conocida de este castillo.

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El suelo no es uniforme, es empedrado y hay bastantes escaleras, así que no os recomendamos el carrito si venís con niños. Es conveniente calzado cómodo.

Xàtiva es un lugar bastante caluroso, así que si vais a realizar la visita al castillo, procurad si es en época estival evitar las horas de más calor y llevar agua fresca en buena cantidad, ya que nosotros no llevábamos y la echamos en falta. Tampoco os molestará una gorra o sombrero.

Si queréis colaborar con el blog, aquí tenéis algunas ideas que a vosotros no os costarán nada y a nosotros nos pueden ayudar.

Y hasta aquí nuestra visita a Xàtiva. A nosotros nos gustó muchísimo.

¿A qué esperáis para visitarla?